miércoles, 9 de abril de 2014


LA VIVIENDA

El hombre primitivo comienza a usar las cavernas como refugios. Con el paso del tiempo y la necesidad de trasladarse de un lugar a otro por alimentos o mejores condiciones de vida,  comienza a construir viviendas artificiales.

Primeramente chozas, carpas, fáciles de transportar a otro sitio, luego grandes construcciones de piedra hasta llegar a las realizaciones modernas, han mantenido una finalidad en común: el cobijo contra la intemperie y los peligros de la noche, lugar de familia, de comer, de dormir, de trabajo, de recibo, de culto, de relaciones sociales, de  descanso y de convalecencia.

Desde unos treinta mil años atrás, según dibujos encontrados en cavernas, se encuentran ilustraciones de chozas de madera y ramas. Se supone que la caverna era el refugio invernal, mientras que la choza se trasladaba a la zona de caza o para temporadas estivales o de mejor estación.
A la par, se encontraron rastros de viviendas subterráneas, excavando un pozo profundo y realizando un techo con ramas, que dejaba al descubierto las zonas laterales.

Luego, para la construcción de habitaciones interiores, se comienzan a usar piedras, y un invento importante: el ladrillo de arcilla, crudo y secado al sol, preferido a los cocidos, que se conocen también desde la antigüedad.
Quizás dentro de la edificación de viviendas, lo que resulta de más lento desarrollo es el lugar destinado a servicios higiénicos.

 El arco se usó desde mucho antes, pero fue perfeccionado por los romanos, lo que dio lugar a importantes innovaciones en la estructura de las casas-habitaciones y en importantes obras públicas en acueductos y cloacas, lo que a la vez influye en la construcción de viviendas más cómodas. Además los romanos agregaron la huerta para la obtención de alimentos.
En Grecia se ubicaba a las mujeres en habitaciones relegadas. Ya en Roma no aparece esta diferenciación, y de allí hasta nuestros días, las casas van evolucionando en confort y diseño interior, pero las bases fundamentales se mantienen, con diferencias propias de los criterios urbanísticos de cada época.
Un caso particular lo representa el iglú, con una construcción circular con cúpula de bloques superpuestos en espiral y una ventana de hielo o tripa de animal

Recién en la Edad Media se comienza a utilizar el vidrio en ventanas.
La escalera nació antes que las casas de varias plantas. Primeramente, en forma de peldaños esculpidos sobre un palo, colocado oblicuamente para ascender a cabañas cercanas a las subidas de crecientes de agua.

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